Thermoshield está hecho de micro esferas aislantes desarrolladas por la NASA para combatir las temperaturas extremas a las que se sometía la superficie de los transbordadores espaciales.
El principio físico detrás de Thermoshield es simple. Es un hecho físico que ni el frío ni el calor pueden transmitirse en el vacío. Cada micro esfera es una pequeña bola de cerámica del tamaño de un grano de arena y con el centro hueco. De esta forma, la temperatura no puede propagarse.